Business Agility es la idea de que una empresa prosperará si está lista para adoptar soluciones organizacionales y digitales innovadoras para responder a los cambios del mercado y aprovechar las oportunidades emergentes.
El éxito de la idea se basa en la capacidad de adoptar un enfoque holístico hacia los proyectos empresariales. Una empresa ágil ha establecido departamentos y jerarquías, pero el éxito de cada proyecto radica en la cooperación interdepartamental y la contribución de las personas.
Para lograr agilidad, una empresa debe establecer dos redes virtuales: una jerárquica tradicional y otra basada en proyectos, también llamada red de flujo de valor. La red jerárquica permite la gestión y los informes tradicionales, pero la red de flujo de valor se autogestiona, se autoorganiza y contribuye a un proyecto específico como equipo.
Gracias a la agilidad comercial, las empresas pueden responder a las tendencias y los cambios rápidos sin sacrificar la estabilidad organizacional y los procesos comerciales esenciales.